Valencia, junio 24 (Ketherine Ledo).- Vecinos de la urbanización Araguaney de Flor Amarillo, protestaron este lunes por la escasez de agua que están padeciendo desde hace cinco meses y por unas cloacas desbordadas que están en la entrada de la comunidad y que han generado casos de dengue.
Durante la acción de calle que se extendió por espacio de una hora, Kathy Palminteri, una de las afectadas, informó que por la problemática se están viendo afectadas más de 2 mil 500 personas.
Indicó que muchos temen que se estén ligando las aguas negras con las blancas, puesto que cuando suspenden el servicio y lo vuelven a colocar el líquido que sale por los grifos es de color oscuro, tiene un olor fétido y en ocasiones hasta tiene larvas.
Aseguró que se han visto en la necesidad de comprar botellones de agua potable para bañar a los niños, cocinar y realizar los quehaceres del hogar.
Los vecinos explicaron que el servicio es suspendido a eso de las 4:00 o 5:00 de la tarde y no es reintegrado sino hasta la mañana siguiente e inclusive muchas horas después, no obstante; cuando llega el agua está demasiado sucia como para ser utilizada.
La protesta también se hizo para solicitar a la Hidrológica del Centro que repare un brote de aguas negras que tienen en la entrada desde la urbanización desde hace casi tres meses.
Orelbis Montilla, vocera, aunque no quiso responsabilizar a nadie por las cloacas, destacó que el brote comenzó luego que se iniciara la construcción de un proyecto habitacional del Gobierno.
Los vecinos solicitaron a las autoridades competentes una solución a la problemática tanto de las escasez como del “río” de cloacas que tienen en la zona.
Vecinos del sector I de Santa Inés “nadan” entre las cloacas
Asimismo, la obstrucción de las tuberías de aguas servidas de la calle 3 del sector I de Santa Inés, en el municipio Valencia, ha obligado a los vecinos a pasar sus días entre aguas putrefactas y malos olores.
Tres calles de la comunidad están inundadas de unas verdosas aguas que están cargadas de sedimentos que desprenden fétidos olores que mantienen molestos y preocupados a los habitantes, quienes aseguraron que están padeciendo por el colapso de las cloacas desde hace unas cuatro semanas.
Ivonne Carrasco, residente de la zona y miembro del consejo comunal explicó que la situación se está agravando con el paso de los días, puesto que ahora hasta por los inodoros de las casas se están comenzando a regresar las aguas negras.
Desesperados por la problemática se ven en la necesidad de echar en las puertas y aceras potentes desinfectantes como creolina, gasoil, gasolina, kerosene, entre otros productos; para dispersar un poco el olor a cloaca y para alejar un poco la contaminación.
Los vecinos solicitaron la asistencia de trabajadores de Hidrocentro quienes, -supuestamente- les han dicho en varias oportunidades que irán a destapar la cañería, sin embargo, a la fecha esto no ha sucedido.
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