15 de agosto de 2013.- La violenta dispersión de los campamentos de manifestantes en El Cairo (Egipto) que exigían el retorno del derrocado presidente Mohamed Mursi y los enfrentamientos en todo el país dejaron el miércoles al menos 525 muertos, la mayoría civiles, según el balance oficial divulgado el jueves por el Ministerio de Salud.
El portavoz gubernamental, Mohamed Fathalá, dijo que 482 personas murieron en los enfrentamientos mientras que el ministerio del Interior dijo que 43 policías habían fallecido.
Fuentes sanitarias señalan además que unas tres mil 717 personas se encuentran heridos tras la violenta jornada del día miércoles.
En el país persiste el clima de tensión pues se trata de la jornada más sangrienta desde la revuelta que depuso al presidente Hosni Mubarak en 2011.
Según Fathalá, solo 137 personas murieron en la plaza Rabaa al Adawiya de El Cairo, uno de los lugares donde los manifestantes exigían el regreso del presidente islamista derrocado el pasado tres de julio por el ejército.
La fuente precisa además que en otra de las plazas ocupadas por los partidarios de Mursi, Al Nahda, 57 personas resultaron muertas, mientras que otras 227 víctimas mortales se produjeron en el resto del país.
El gobierno de facto decretó estado de emergencia durante un mes en el país y un toque de queda que entró en vigor en la mitad de Egipto desde las 19H00 (17H00 GMT) a las 06H00 (04H00 GMT).
Por su parte, el vicepresidente de Egipto y premio Nobel de la Paz en 2005, Mohamed El Baradei, presentó el miércoles su dimisión tras conocer de la muerte de unas 149 personas durante los enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los partidarios del derrocado presidente Mohamed Mursi.
El portavoz gubernamental, Mohamed Fathalá, dijo que 482 personas murieron en los enfrentamientos mientras que el ministerio del Interior dijo que 43 policías habían fallecido.
Fuentes sanitarias señalan además que unas tres mil 717 personas se encuentran heridos tras la violenta jornada del día miércoles.
En el país persiste el clima de tensión pues se trata de la jornada más sangrienta desde la revuelta que depuso al presidente Hosni Mubarak en 2011.
Según Fathalá, solo 137 personas murieron en la plaza Rabaa al Adawiya de El Cairo, uno de los lugares donde los manifestantes exigían el regreso del presidente islamista derrocado el pasado tres de julio por el ejército.
La fuente precisa además que en otra de las plazas ocupadas por los partidarios de Mursi, Al Nahda, 57 personas resultaron muertas, mientras que otras 227 víctimas mortales se produjeron en el resto del país.
El gobierno de facto decretó estado de emergencia durante un mes en el país y un toque de queda que entró en vigor en la mitad de Egipto desde las 19H00 (17H00 GMT) a las 06H00 (04H00 GMT).
Por su parte, el vicepresidente de Egipto y premio Nobel de la Paz en 2005, Mohamed El Baradei, presentó el miércoles su dimisión tras conocer de la muerte de unas 149 personas durante los enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los partidarios del derrocado presidente Mohamed Mursi.
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