Los accesos a la plaza Tahrir se encontraban bajo control de los anti-Mursi, armados con palos. Con todo, la calma prevalecía en la plaza, donde cientos de personas pasaron la noche en tiendas de campaña.
Pese a que los islamistas insisten en el carácter "pacífico" de su movilización, los habitantes de algunos barrios de El Cairo afirmaron que habían visto a varios de sus seguidores armados con sables, palos y armas automáticas, indicó AFP.
En el barrio residencial de Manial, varios habitantes vieron a francotiradores emboscados en los tejados y algunos médicos afirmaron haber recibido heridos por impactos de bala que indicaban que los disparos fueron efectuados desde una posición de altura.
En varios lugares había barricadas y las calles estaban alfombradas de piedras y de neumáticos calcinados, que daban una idea de la violencia nocturna. Las fuerzas antidisturbios estaban desplegadas, con hombres armados, en algunos cruces y en los puentes.
El viernes, los enfrentamientos entre los partidarios y los detractores de Mursi y entre los pro-Mursi y soldados causaron unos 20 muertos y unos mil heridos, principalmente en El Cairo y Alejandría (norte), las dos principales ciudades del país.
Además, en la inestable península del Sinaí (nordeste), cinco policías y un soldado murieron en ataques de activistas islámicos que no han sido reivindicados. Por la noche, los islamistas atacaron la gobernación del Norte del Sinaí e izaron su bandera.
Desde el 26 de junio, las escaramuzas dejaron más de 80 muertos en el país.
Por la noche, los Hermanos Musulmanes convocaron nuevas manifestaciones, lo que hace temer más disturbios, pese a que ellos insisten en el carácter "pacífico" de sus protestas.
El movimiento Tamarrod (rebelión), impulsor de las manifestaciones multitudinarias del 30 de junio contra Mursi que desembocaron en su derrocamiento, ha convocado una nueva movilización para el domingo en todo el país en contra de los Hermanos Musulmanes.
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